Digna heredera de Garras de astracán, esta jocosa novela interpretada
sólo por mujeres representa los aspectos más traviesos, libres y
desvergonzados del estilo de Terenci Moix; un estilo que alcanza su
grado más picante en la presentación de determinados prototipos sociales
de la España actual. Al mismo tiempo se complace en el lirismo con la
descripción de un viaje a Grecia y el recuerdo de los años sesenta como
irrecuperable paraíso de juventud. Es un ejercicio literario que combina
la melancolía de la memoria con la sátira despiadada sobre el derrumbe
de toda una sociedad sustentada en el culto al éxito y al dinero. Un
retrato donde aparece constantemente el absurdo que se esconde tras las
apariencias de la respetabilidad social y política. En este "esperpento
sofisticado", la Virgen María ha de aparecerse a la vidente griega Edipa
Katastrós en la isla de Patmos. Al mismo tiempo, la esposa de un famoso
banquero español recientemente encarcelado vive su historia de amor con
un adorable jovencito en otra isla del Egeo. Tanto movimiento
desencadena un crucero repleto de señoras de la mejor sociedad:
aristócratas, ministras, beatas, ninfómanas, escritoras, estrellas
televisivas, profesionales de la comunicación... Con ellas todo puede
ocurrir, y todo ocurre. En el convento de las Arremangadas se hacen
negocios extraños; cierto obispo tiene insólitos tratos con niños en
edad de BUP. En las finanzas madrileñas suceden cosas inexplicables; en
las catalanas, asuntos impresentables. Las chicas de la prensa andan a
la búsqueda de noticias sensacionales, pero ninguna como la que
estallará en la isla de Creta, donde esas mujercísimas culminan su
romería. La mitología irrumpe sobre el presente y hasta la sexualidad
queda trastocada. Mientras, la Virgen está al caer...
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