JACQUES-LOUIS DAVID
1748-1825
LA MUERTE DE UN POLÍTICO
El artista plástico interpreta y plasma, tiene la capacidad de dejar huella en la historia y viceversa. Ambos van de la mano; la paleta de un pintor se transforma en el lienzo y da vida a obras capaces de narrarnos sin palabras los acontecimientos históricos más destacados, los cuales utilizamos como fuentes fidedignas para componer nuestra historia.
El reciente asesinato de una de las figuras políticas más destacadas y dirigente del partido que sustenta el gobierno del estado español nos ha llevado a recordar -sin establecer paralelismos ni comparaciones- lo acontecido un 13 de julio 1793, en plena Revolución Francesa y que el gran genio galo, Jacques-Louis David retrató en oleo sobre lienzo de forma magistral.
Jean Paul Marat, patriota, escritor y renombrado activista político defensor de la revolución era asesinado en la habitación de su casa mientras se daba un baño terapéutico para paliar los terribles dolores que sufría a causa de una enfermedad cutánea.
A David se le encargó la obra días
posteriores a la muerte de su amigo y éste sólo tardó tres meses en ejecutarla.
El reconocido prestigio de Marat como figura pública hizo que la obra se
utilizara como elemento propagandístico por su elevada connotación política, lo
que perjudicó posteriormente a la obra en sí ya que durante un tiempo
permaneció olvidada y poco cotizada en subastas.
Jacques Louis David, promotor del
Neoclasicismo francés rompe en esta obra con la idealización clásica y muestra
el cuerpo sin vida de Marat tal y como era. Convierte el dramatismo del tema y
de la escena en sí en un silencio calmado que se refleja en el rostro del
personaje y hace predominar la fuerza de la emoción por encima de todo espíritu
clásico.
La simplicidad de la composición
hace centrarnos en el cuerpo desnudo de Marat que se encontraba en el momento
de ser asesinado introducido en la bañera terapéutica y que además utilizaba de
escritorio para redactar sus autos y tributos políticos. Con la cabeza hacia
atrás, su mano derecha se desploma sobre el suelo y con la izquierda aún
sostiene la carta de su agresora, que dice:
"13 de Julio de 1793". De Marie Anne Charlotte Corday al
ciudadano Marat: la terrible desgracia
que tengo me da derecho a pedir vuestra amabilidad...".
Sobre una caja de madera mal
barnizada y que denota la humildad y sencillez del político aparece un escrito
donde se puede leer:
"dispondréis esta asignación para esa
madre de cinco hijos cuyo marido murió en defensa de la patria...".
David ha resuelto la composición
con líneas horizontales y verticales que hacen que fijemos la mirada en los
elementos más destacados, por un lado el escrito que Charlotte Corday utilizó
para colarse en su casa y por otro, en el suelo, la carga simbólica dada por
las dos armas del delito: la pluma, transmisora de la palabra y la razón y el
cuchillo, el arma asesina. La sobriedad de la obra es evidente donde la
utilización del color se emplea en primer plano centrándose en el cuerpo del
difunto que hace que aporte a este lienzo connotaciones casi religiosas.
Esta obra es una muestra además
de que el arte, el artista y el político están al servicio del poder político.
Jacques Louis David tuvo que exiliarse a Bruselas después de la caída de
Napoleón, Marat de orientación jacobina, fue asesinado por una defensora del
bando contrario y muchas obras de arte han sido destruidas al considerarlas
contrarias al gobierno de turno. Política y reflexión no van de la mano.
Museos Reales de B.B.A.A de Bélgica. 165x128
JAVIER NAVARRO JUÁREZ
LDO.
HISTORIA DEL ARTE
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