Aidalai es el nombre de un álbum del grupo español de música pop Mecano, editado en 1991
y considerado por gran parte de la crítica española "la obra cimera"
del grupo, a lo que contribuyeron no sólo las composiciones de los
hermanos Cano y la excelente producción, sino también la evolución de la
voz de Ana Torroja, que consigue adaptarse a una gran variedad de registros. El título del álbum se extrae de la canción Dalai Lama, de la pronunciación fonética del estribillo que en realidad, escrito seria "ay dalai" separado.
Aidalai fue grabado y mezclado en los estudios Fairlight, Eurosonic, Track, Doublewtronics, Torres Sonido, Sonoland y Sintonía de Madrid, en los Power Station, Variety, Ruggieri, Skyline y Right Track de Nueva York, en el Abbey Road de Londres y en el Guillaume Tell de París.
Los ingenieros de grabación fueron Tomás Dolby, Luis Fernández Soria,
Scott Ansell, David Lescoe y John Kurlander y los de mezclas Rick Kerr,
Luis Fernández Soria, con los asistentes Antonio Álvarez, Fernando
Montesinos, Brett Rader, Keith Underwood, Pat Dillit, Alejandro Colinas y
Aaron Kropf. El mastering fue realizado en Prosound y la producción
ejecutiva en Nueva York corrió a cargo de Robert Ruggieri.
En cuanto al diseño gráfico, Aidalai fue concebido bajo una
estética muy minimalista, que contrasta especialmente con los primeros
trabajos del grupo. Esta sencillez se ve reflejada tanto en la portada
como en la contra-portada del álbum, obra de Cayetano Carral y Jacobo Pérez-Enciso,
quien elaboró una serie de sellos, a manera de símbolos que representan
cada una de las canciones. La fotografía es de Chris Callis.
En el libreto, los Mecano agradecen especialmente a José Carlos Prada, Tomás Dolby, Luis Fernández Soria, Antonio Álvarez, Johnny Pacheco,
María Gómez Visedo, Manel Santiesteban, y Javier Losada y citan como
participantes a Alberto Estébanez, Anthony Pleeth, Antonio Carbonell,
Antonio García de Diego, Carl James, Clifford Carter, Charlie Sepúlveda,
Daniel Goulied, David Rodríguez, Eduardo Gracia, El Negri, Fernando
Ilán, Frank Ricolti, Gerardo Núñez, Hal Grant, Janice Soled, Javier de
Juan, Javier Losada, Jeff Mironov, Joan Albert Amargós,
Joe Franco, John Powell, Johnny Torres, Jonathan Snowden, Lewis Kaln,
Lou Marini, Manel Santiesteban, Marcus Quiñones, María Caso, Mark Egan,
Marta Comyn, Milton Cardona, Nacho Mañó, Néstor Sánchez, Oscar Arano,
Paul Pesco, Pepe, Ray de la Paz, Reynaldo Jorge, Robert Allende,
Santiago Reyes, Sergio Castillo, Tito Duarte, Tomatito,
Toni Carmona, Víctor Reyes, Víctor Sánchez, Wally Fraza, Xavier
Figuerola, el grupo de cuerdas de Gavyn Wright dirigido por Gerry Butler
y el grupo de cuerda de David Nadien dirigido por Joe Hudson.
Aidalai abarca desde canciones tan sencillas como Sentía, una especie de bossa nova en la que la voz de la cantante Ana Torroja es únicamente acompañada por dos guitarras acústicas y unas maracas, hasta otras tan complejas Naturaleza muerta,
que tiene arreglos orquestales de cuerda del disco. Sin embargo, en el
álbum siguen presentes las canciones típicas del grupo de estilo tecno-pop, como El fallo positivo, sobre el tema del sida, con quizá uno de los mejores trabajos de Nacho Cano en lo que se refiera a la composición de los arreglos vocales; o Dalai Lama, que narra la vida del Dalái Lama y la invasión del Tíbet por parte de China.
Otro de los temas que se encuentran en el álbum es J.C., sobre la figura de Jesucristo. También hay una canción, El lago artificial, sobre el mundo de las drogas, temática que nunca ha sido ajena al grupo (Barco a Venus, Perdido en mi habitación, Aire, Esto no es una canción). Se encuentra también con dos de las baladas notables compuestas por los hermanos Cano: El 7 de septiembre, de Nacho Cano, galardonada como mejor canción del año en España en 1991 y dedicada a su ex novia, la escritora Coloma Fernández Armero; y Tú, un delicado tema de José María Cano.
Como es norma en casi todos los trabajos del grupo, también en Aidalai se encuentra con la presencia de un tema instrumental, en este caso 1917, dedicado a la Revolución rusa. Lo que ya no es habitual es la tecno-rumba flamenca Una rosa es una rosa, aunque tampoco era la primera vez que Mecano se inspiraba en la música popular española (recuérdese el pasodoble La fiesta nacional o la tonadilla gitana Hijo de la Luna). La canción, de José María Cano, inspirada en la famosa frase de la escritora Gertrude Stein y cuyo videoclip fue premiado como el mejor del año en la entrega de los premios Ondas de aquel año, nos habla sobre las contradicciones del amor.
En el álbum se encuentra también toda una rareza dentro del
repertorio y del estilo que ha venido desarrollado Mecano a lo largo de
los años. Se trata del tema Bailando salsa, canción de José María Cano grabada en Nueva York y que contó con la co-producción de Johnny Pacheco.
Otro tema del disco, Naturaleza muerta, fue compuesto por José María Cano en 1985 y grabado como maqueta preliminar por el grupo pero destinada al grupo Mocedades, los cuales lo grabaron bajo el nombre Ana y Miguel y la incluyeron en su álbum Colores de 1986. Al parecer, su autor no quedó muy satisfecho con esta versión y decidión retomarlo para Aidalai con un nuevo nombre.
De este trabajo se extrajeron los siguientes single: El 7 de septiembre, El peón del rey de negras, Naturaleza muerta, Dalai Lama, Una rosa es una rosa, Tú, El fallo positivo. Sólo para México se publicó el maxi-single vinilo Bailando salsa, en una versión más larga (6:29).
También existen tres maquetas de canciones de Nacho Cano, de 1991: El lago artificial, El primer amor, de la que sólo existen fragmentos grabados de programas especiales; y AiDalai (novel de la guerra, nobel de la paz), con la letra y la melodías ligeramente diferentes a la versión del álbum. Además, del inédito El pez, también de Nacho Cano sólo se sabe el título (según el libro La fuerza del destino)
Aidalai vendió en España 1.000.000 de copias y las ventas globales alcanzan los 3.500.000 de copias. Con éste disco, Mecano ofreció su Tour Aidalai, la gira más larga de conciertos.
EL 7 DE SEPTIEMBRE
Parece mentira
que después de tanto tiempo
rotos nuestros lazos
sigamos manteniendo la ilusión
en nuestro aniversario.
La misma mesita
que nos ha visto amarrar
las manos por debajo
cuida que el rincón de siempre
permanezca reservado.
Y aunque la historia se acabó
hay algo vivo en ese amor
que aunque empeñados en soplar
hay llamas que ni con el mar.
Las flores de mayo
poco a poco cederán
a las patas de gallo
y nos buscaremos con los ojos
por si queda algo.
El siete de septiembre
es nuestro aniversario
y no sabremos si vesarnos
en la cara o en los labios.
Y aunque la historia se acabó
hay algo vivo en ese amor
que aunque empeñados en soplar
hay llamas que ni con el mar.
El siete de septiembre
es nuestro aniversario.
EL FALLO POSITIVO
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