Like a Prayer —en español Como una oración— es el cuarto álbum de estudio y el sexto álbum de la carrera musical de la cantante estadounidense Madonna, producido por Madonna, Stephen Bray, Patrick Leonard y Prince. Fue lanzado en marzo de 1989 por Sire Records,
recibiendo críticas muy buenas nombrándolo como el mejor álbum de la
primera década de carrera de Madonna. Actualmente se lo sigue
considerando como uno de los mejores álbumes de estudio de Madonna. La RIAA lo certificó 'triple Platino' el 16 de julio de 1997, reconociendo los 3 millones de copias vendidas en Estados Unidos,convirtiéndose en su séptimo álbum mejor vendido en este país, 2 millones en el Reino Unido. Mundialmente el álbum sumó 16 millones de ejemplares.
El 21 de marzo de 1989 fue lanzado al mercado el esperadísimo nuevo álbum de Madonna: Like a Prayer. El lanzamiento publicitario a nivel mundial fue enorme. Además de la larga espera desde 1986, que editó su último álbum de estudio True Blue,
y la gigantesca polémica suscitada por el video musical de la canción
que abría el álbum; la reacción del público y ventas fue inmediata y
espectacular.
Like a Prayer incorpora elementos rock, dance, pop, soul y funk en las distintas canciones que forman el álbum. La revista Rolling Stone denominó al álbum como "lo más cerca que ha estado la música pop del arte". El álbum fue grabado en 1988 junto a los ya re-nombrados productores Patrick Leonard y Stephen Bray; a lo que también se suma un dueto con el cantante Prince. Like a Prayer es quizás el álbum mas personal de la carrera de Madonna,
incluyendo distintos temas relacionados con su vida personal. Es allí
donde incluye la primera de las tantas canciones a través de su carrera
en la cual Madonna habla abiertamente acerca de la muerte de su madre, "Promise to Try"; Madonna incluso dedica el álbum a my mother who taught me to pray (a mi madre, quien me enseñó a orar). El álbum también abarca el fallido matrimonio con el actor Sean Penn en la canción "Till Death Do Us Part".
Antes del lanzamiento comercial del primer sencillo del álbum, Pepsi decidió usar la canción como parte de una campaña publicitaria de sus bebidas incluyendo la participación de la propia Madonna. Sumado a esto, la empresa firmó un contrato como esponzor de la que sería la próxima gira de Madonna, Blond Ambition Tour. El comercial fue televisado dos veces antes de la publicación del video musical de la canción en MTV.
Pepsi no tenía idea acerca de la controvertida temática del video;
donde Madonna es testigo de un asesinato, besa a un santo negro (San Benito de Palermo),
se producen estigmas en sus manos después de tocar un cuchillo y baila
tras cruces ardiendo. Todo esto originó que diversos sectores religiosos
se manifestaran en contra de Madonna
y boicotearan la empresa, por lo que Pepsi no tuvo otra opción que
cancelar el comercial; a pesar de lo cual, Madonna conservó los 5
millones de dólares propuestos en el contrato.
Like a Prayer, debutó en el sitio #11 del Billboard 200,
aunque tres semanas después llegó al #1 del listado permaneciendo allí
seis semanas consecutivas. El álbum fue #1 en Estados Unidos y Reino Unido, vendió cuatro millones de copias en Estados Unidos (consiguiendo la certificación 'Platino') y 1.2 millones en el Reino Unido (certificación 'Platino').
El álbum esta considerado junto a Ray of Light (1998) y Confessions on a Dance Floor (2005) como uno de los mejores de su carrera recibiendo las mejores críticas a la vez que teniendo un gran éxito en muchos aspectos.
De acuerdo con la lista publicada por la revista Time el 13 de noviembre de 2006, Like a Prayer es uno de los 100 mejores álbumes de todos los tiempos. En 2003, la revista Rolling Stone ubicó al álbum en el puesto #237 de los Los 500 mejores álbumes de todos los tiempos según Rolling Stone. Aparte de esto, el álbum fue incluido en el libro 1001 discos que hay que escuchar antes de morir.
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